En mí más de una década haciendo alpinismo, hacia las altas cumbres, rodeado de fantásticos paisajes de alta montaña, tendrás la oportunidad de disfrutar al máximo de la naturaleza y poner a prueba tus límites físicos y mentales. A continuación explicamos en qué consiste el alpinismo y qué requisitos debes cumplir para practicar con garantías este exigente deporte de montaña.
El alpinismo es una evolución lógica del montañismo, cuyo origen se encuentra fechado en el 8 de agosto de 1786, cuando Jacques Balmat y Michel-Gabriel Paccard conquistaron por primera vez la cima de Mont Blanc 4.810 m.
Desde aquella proeza hasta el 14 de julio de 1865 Edward Whymper subiera por primera vez a la cumbre del Cervino 4.478 m, y comenzaron a escalar las principales cumbres de los Alpes.
Siguiendo con la historia del alpinismo llegó la fiebre de las montañas de más de 8.000 metros de altura todo un reto para alpinistas experimentados donde pondrían a prueba su resistencia física y mental.
El ocho mil más alto de la tierra es el gran Everest con 8.848 metros de altitud que fue conquistado por primera vez por los alpinistas Edmund Hillary y Tenzing Norgay en 29 de mayo de 1953 , toda una proeza de la época.
En algunas ocasiones, las diferencias entre alpinismo y montañismo pueden llegar a ser bastante confusas, ya que no se puede establecer un rango de distancias o altitudes para definir los límites de ambas disciplinas. Sin embargo, el alpinismo se caracteriza por tener que superar terrenos sin senderos y tramos de escalada para alcanzar la cima.
El alpinismo es el deporte de montaña más completo, ya que combina varias disciplinas, por un lado la escalada en roca, en hielo o en terreno mixto, orientación y, por supuesto, montañismo. Dependiendo de la altitud y del nivel de dificultad de la ruta, un alpinista debe tener la capacidad de dominar los siguientes tipos de terreno:
• Senderos de montaña moderados a difíciles.
• Zonas de glaciares algunos con grietas.
• Laderas empinadas cubiertas de peñascos a veces sueltos.
• Tramos de escalada en roca, en hielo o ambos.
• Vías ferratas.
Para garantizar tu seguridad en todo momento, es necesario tener un buen conocimiento del terreno y un buen estado físico y de cómo comportarse en la montaña, además de contar con experiencia en montañismo y escalada en roca, también es importante contar con las siguientes habilidades:
• Seguridad en la pisada. Tienes que ser capaz de moverte con seguridad en diferentes superficies como el hielo o por pedregales.
• No tener vértigo, al escalar es importante poder mantener la cabeza fría.
• Habilidades de orientación, saber usar e interpretar los mapas, la brújula, el altímetro y el GPS es básico para orientarse en terrenos de alta montaña.
• Muy buena resistencia física, la ruta hacia la cima de una montaña dura varias horas y se requiere superar grandes desniveles.
• Autoevaluación realista de cada situación, para evitar quedarse tirado en la montaña o llegar a la extenuación a causa de una ruta demasiado exigente, debes ser capaz de evaluar de forma realista tus capacidades y tu estado físico.
Si ya cuentas con experiencia en el mundo del senderismo, montañismo y te ha entrado el gusanillo por el alpinismo, la mejor opción de introducirte en su mundo es haciendo alguno de los cursos que suelen ofrecer los distintos clubs, asociaciones, federaciones y escuelas de deportes de montaña que existen en nuestro país y por profesionales cualificados y titulados para ello. En estos cursos aprenderás a qué debes prestar atención como alpinista, las principales medidas de seguridad y todos los conocimientos necesarios para moverte por la alta montaña de forma independiente y segura.
Dado que en las rutas de alpinismo hay que enfrentarse a diferentes condiciones medioambientales, el equipamiento que lleves deberá estar concebido para ello. No obstante, asegúrate de que tu equipo sea lo más ligero y eficiente posible. Se recomienda una mochila ligera y ergonómica de gran capacidad. A continuación te ofrecemos una lista con el material esencial que debe incluir tu mochila:
• Botas de montaña con suela antideslizante y de gran agarre.
• Crampones, proporcionan un buen agarre incluso en los pedregales aunque donde más se utilizan es para la nieve y el hielo.
• Ropa para vestirse por capas, ropa interior térmica y chaqueta aislante en función de los metros de altitud previstos, el gore tex suele ser el rey.
• Casco que se ajuste adecuadamente a tu cabeza.
• Linterna frontal.
• Guantes y gorro para las ascensiones a grandes altitudes.
• Suficiente comida y agua.
• Mapa, y brújula.
• Cuerda de seguridad.
• Según el terreno, equipo de escalada y/o para glaciares.
• Kit de primeros auxilios con manta de emergencia y teléfono móvil de emergencia cargado.
• Si vas a pasar la noche, saco de vivac.
Además de todo esto, en alta montaña también es importante contar con una protección solar adecuada, ya que al reflejarse el sol en la nieve y el hielo, la radiación solar llega a nuestra piel más intensamente. Si estás planteando una expedición de varios días, tu lista de equipaje deberá incluir también una muda de ropa. Si pernoctas en un refugio de montaña, necesitarás también un saco de dormir, una bolsa de aseo y una toalla pequeña.
Puedes encontrar ideas de posibles rutas en internet, así como en guías y mapas actualizados, pero te recomiendo rutas ya conocidas tradicionales de tu zona. Normalmente, en estas fuentes encontrarás información sobre las distancias y el tiempo, el desnivel y la dificultad del recorrido. Es importante que evalúes siempre de forma realista tu estado de forma y tus capacidades. Si es tu primera ruta, es aconsejable hacerla acompañado de un guía de montaña o de un alpinista con experiencia. Si no cuentas con esta ayuda, es aconsejable elegir rutas a picos que no superen los 2500 metros, que es la altitud a partir de la cual se considera alta montaña.
Los alpinistas noveles deben tener especial precaución en los pasos de escalada. La escalada en alta montaña presenta muchas más complicaciones que la que podamos hacer de forma controlada en un rocódromo. Así pues, empieza con secciones de escalada que estén dos grados de dificultad por debajo de tu nivel en un rocódromo. De este modo, podrás alcanzar tu objetivo sin mayores dificultades y tendrás más posibilidades de completar con éxito tu primera ascensión en el alpinismo.
Antes de iniciar la ascensión, hay que comprobar con antelación la previsión meteorológica. El tiempo puede cambiar rápidamente en alta montaña. Así pues, infórmate exhaustivamente sobre el recorrido y el tiempo que vas a necesita para hacerla. Infórmate de: ¿Por dónde pasa la ruta?, ¿tiene atajos?, de este modo, podrás tener estudiadas posibles alternativas y desvíos en caso de emergencia o cualquier contratiempo.
Para tener éxito en tu expedición por la montaña, debes evaluar tu estado de forma de manera realista y elegir una ruta que se adapte a tus capacidades.
A continuación tienes una serie de valores orientativos que puedes tener en cuenta a la hora de planificar la ruta.
• Condición física baja: se aconseja rutas con un ascenso de hasta 800 metros de desnivel, hasta 5 horas de marcha.
• Condición física media: se aconseja rutas con un ascenso de hasta 1200 metros de desnivel hasta 7 horas de marcha.
• Buena condición física: se aconseja rutas con un ascenso de hasta 1600 metros de desnivel, hasta 10 horas de marcha.
• Muy buena condición física: se aconseja rutas con un ascenso de más de 2100 metros de desnivel más de 10 horas de marcha.
El grado de dificultad de los pasos de escalada suele indicarse mediante la escala internacional UIAA, si quieres saber más sobre este tema te recomiendo que leas nuestro artículo sobre la escalada.
Como alpinista principiante, no debes ir solo a la montaña. Lo recomendable es realizar las rutas en grupos de entre dos y seis personas, para poder ayudarse y apoyarse mutuamente en caso de emergencia e ir cogiendo experiencia en el entorno. Además, motivarse los unos a los otros y las experiencias compartidas en la naturaleza son otros alicientes de mucha motivación.
Para garantizar tu seguridad y minimizar riesgos, también debes tener en cuenta las siguientes normas de actuación:
• Informar a familiares o conocidos sobre la ruta que vas a realizar, así como de la hora de llegada y de los posibles cambios. De este modo, podrán proporcionar información sobre tu paradero en caso de emergencia.
• En caso de tormenta, evita las zonas expuestas y sus alrededores. Lo mejor es buscar refugio, por ejemplo, en una cabaña. Si no la hay, siéntate o agáchate sobre una superficie aislante como por ejemplo, una mochila.
• En las excursiones de alta montaña es aconsejable ascender lentamente para acostumbrarse a la poca concentración de oxígeno del aire. No está de más realizar previamente una o dos excursiones de aclimatación.
• Igualmente, en los recorridos de alta montaña todos los miembros del grupo deberían conocer las técnicas básicas de aseguramiento.
Además, es útil memorizar o tener siempre a mano los números de emergencia del país donde nos encontramos. En el caso de la Unión Europea, el número de emergencias es el 112. Para poder realizar la llamada, tu teléfono buscará la red disponible con más cobertura.
Si tu teléfono móvil no funciona o no hay cobertura de ninguna red, deberás realizar señales de emergencia alpina. Un silbato de emergencia es de mucha utilidad y lo venden específicamente para estas circustancias, gritar, hacer señales luminosas con una linterna o agitar una chaqueta. Si eres tú quien detecta una de estas señales, deberás informar a los servicios de emergencia y confirmar la señal de socorro a las personas que te la hacen. Para ello, devuelve la llamada de socorro 3 veces por minuto o llamando la atención de forma similar.
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